Tras más de dos décadas, Julián Arango ha vuelto a sumergirse en la piel de su icónico personaje, Hugo Lombardi, en la exitosa serie Betty la fea. El carismático y despiadado diseñador ha tomado posesión del cuerpo del actor colombiano, despertando en él una oleada de emociones y recuerdos.
“Como todo actor, pensaba: ¿Cómo será Hugo Lombardi veinte años después? ¿Cómo caminará? ¿Será más sabio? Pero, apenas me puse la ropa de Hugo, él salió y como que me dijo: ‘Ahí te pedí un Uber, Julián, ya vete que yo aquí mando’”, cuenta el actor en una entrevista con EFE sobre la segunda parte de la telenovela que actualmente desarrolla Prime Video.
En 1999 la historia de Beatriz Pinzón Solano, apodada cariñosamente como Betty, una economista joven y brillante pero poco atractiva que trabajaba en una empresa de moda irrumpió en la televisión colombiana para después esparcirse por más de 180 países.
Superficial e hiriente, Lombardi era en la ficción uno de los villanos más crueles de la televisión que con palabras como “moscorrofio” o “moco” agredía, menospreciaba y discriminaba a la talentosa protagonista y a su grupo de amigas por su aspecto físico.
En esta segunda parte de la historia, Lombardi regresará más exitoso que nunca, con sueños cumplidos tras haber expuesto en las mejores pasarelas internacionales, y preparado para la semana de la moda en París, a donde llegará este martes acompañado de sus amigas, y archienemigas de Betty, Patricia y Marcela.